jueves, 8 de diciembre de 2011

#4 [el número perdido]

El espíritu del mal me habla con tu voz.
Lo hace ahora porque cuando se colaba en mi boca y respiraba con mis pulmones, con el tiempo simplemente se dejaba de esuchar. Aquel ser maligno se adueñó por completo de mí, lo que pensara ya no hacía la diferencia, su propósito entonces cambió, ahora lo único que quiere es destruirme.
Con el tiempo los que más me conocen se vuelven contra mí, al principio quiso ayudarme porque ella era la mejor parte de mí, la parte viviente y cuerda de mí, no la supe valorar ni escucharla lo suficiente... como siempre.
Tú eres lo que más me duele, ella lo sabe.
Debe haberle llevado mucho tiempo elaborar esas frases tan ofensivas grabadas con tu voz, o tal vez simplemente corrió a robárselas a tu mente o a arrancarlas directamente de tus labios. No quiero saberlo. Pero ella sabe que lo que hace ahora me está matando por dentro y es por ello que no va a dejar de hacerlo.
Ella sabe que mi única razón para vivir eres tú... y también sabe que ella es mi única razón para morir.

viernes, 2 de diciembre de 2011

#5

The aftermath is secondary.

Me gusta cuando relaja la mirada, el lente de su cámara reflex rueda por los pliegues de su insegura faz. Qué tierno y qué dulce puede llegar a verse, su identidad felina y furiosa se oculta detrás de años de ensayo para formar esa maravillosa y cautivadora sonrisa.
Me gusta cuando pienso que soy yo quien destruye sus máscaras.
Me gusta porque se ubica un segundo en un extremo y al siguiente en el otro, porque es tan honesto y tan falso como se puede ser al haber nacido humano, sin embargo, lleva corriendo en sus venas, circulando una y otra vez dentro de todo su cuerpo, una sangre mezclada con diversos venenos: veneno de la mente, veneno del alma y veneno para el corazón.
La realidad no responde a ninguno de ellos, no es el chivo expiatorio que es para la mayoría de nosotros, su realidad es básica, sorprendente y hermosa, su realidad no le miente ni le da razones para mentir, me gusta que su realidad sea tan real como no permito que lo sea para mí.
El veneno de su mente se resiste a mí porque yo no soy su locura, sólo se activa ante la perturbación de sus sentidos. Me gusta que sea sensible y que el reto esté siempre presente, ante el devorador siempre sumiso, los detractores están en todas partes: "No escuches el canto de la sirena, ni veas a los ojos de la medusa."
Me gusta su alma envenenada porque dentro de la caja rota donde suele poner sus recuerdos, las rosas espinosas se aferran a los bordes y convierten cada parte de su cavidad toráxica en una espuela gigante, oxidada, hirviente del veneno de su sangre que despide el aroma que para mí es simplemente insoportable. Me gusta que me vuelva loca de ira, porque el dolor de su alma venenosa le hace ser despiadado y cortante, como a todos nos hace ser externamente el interior. Me gusta que me lastime porque sé que lo han lastimado y en el dolor simplemente radica el más grande amor.
El veneno para el corazón es siempre lo que más me gusta, porque el alma y la mente guardan un secreto bajo llave... el fuego de la vida, escondido, temeroso, temblando y palpitando, sacudiendo libremente todo lo que ya no se puede contener más. El corazón, aunque intente negarlo, da directamente a los ojos.
Y en ese canto salvaje del demonio amenazado, un susurro nivelado y afinado, pasando de forma espesa entre las rejas color café, me grita lo que calla aquel ser envenenado, drogado de tanta sangre, de tanto amor y de tanto dolor, no puede decir porque en un soplo se le va la vida. Me gusta tanto su mirada porque lo que grita no puede compararse con lo que los otros ojos dicen... Me gusta su corazón porque es el único que canta sobre mí.
La oscura deidad a la que soy fiel no es pulcra ni ordenada como lo que corresponde a mi universo, no me gustan las presas fáciles, ni siquiera en los buenos tiempos.

domingo, 20 de noviembre de 2011

#3

The unbearable fatness...
En un sólo movimiento me convertí en aquello que tanto despreciaba... me convertí en la verdad pura después de ser la venenosa mentira, pero al succionar la ponzoña, por error me la tragué.
No sé qué pensaba de todo esto antes pero nunca me sentí con la fuerza como para probar vicios porque sabía que me iba a perder. Pero si ya había perdido todo, ¿de qué me serviría tenerme sólo a mí?
Sílaba por síliba, la persona que yo fui antes se me fue cayendo. Las letras regadas en el suelo dejaron de tener sentido y fui sólo el recuerdo y la añoranza de lo que siempre odié por ser tan absolutamente normal. Por Dios que quisiera poder ser al menos en un pequeño porcentaje normal, porque lo normal es ser por lo menos en un pequeño porcentaje feliz.
Y si quisiera volver a enpolvarme la cara de sonrisas y decir mentiras nada más por encajar podría volver a hacerlo pero ya me doy demasiada lástima diciendo la verdad... No podría soportar ridiculizarme al día un poco más...
Y cuando el día termina y miro atrás, veo realmente a cuántas personas he odiado siempre y odié, y a cuántas personas he amado y amaré, y que nunca pude obtener la fuerza para decirlo. Sólo mentí.
Hoy escupo fuego y lagrimeo veneno porque obtengo lo que quiero a como dé lugar, porque quiero cambiar y porque necesito hacerlo; porque a todos amo y a todos odio al mismo tiempo; a todos temo porque sé que a todos puedo destruir y todos pueden destruirme también, tan sólo escogiendo las palabras correctas.
Ya no me soporto un sólo día más pero al menos ya no me miento para agradarme, incluso a mi propio ser. No culpo a nadie ni a nada por convertirme en esta porquería semihumana pero he de admitir que esta condición ayuda a que vea a las personas con menos bruma mental. No se puede decir que la claridad ha callado también a la creatividad (para muestra un paréntesis cerrado) pero es muy probable que la luz entró a mi cerebro, congelador de mierda, y me ha hecho ver y saber cosas que yo no quería enfrentar.
Soy lo que soy ahora porque no me atreví a serlo antes.
Soy un demonio que merece la muerte, porque después de todo el desmaquillante invertido en esta Medusa, se descubrió en realidad no es más que una piedra profana y amorfa que nada tiene que ver con la belleza... la han pesado, la han medido y la encontraron defecutosa.

martes, 1 de noviembre de 2011

#2

Sweet ignorant bliss.
La misma alma en distintos cuerpos, en nuestro caso, la misma mente en distintas realidades. Nos encontrábamos en varios puntos de la recta, parecíamos especies emparentadas, unidas por una situación desconocida pero intensa que hacía que nunca diéramos un sólo paso una sin compañía de la otra.
Tú eres un desastre natural, una hiedra venenosa, un ser vivo excepcional que, desafortunadamente, se camufla conforme a su situación. Yo soy sólo quien debo ser.
Desafiabas todos mis preceptos, conceptos, principios y honestas deducciones, escribías una historia nueva para mí todos los días, pero eras siempre la más bella de las odaliscas brillantes, la más confiable de las damas de compañía que se enjaulan en mi corazón y, de pronto, ese universo paralelo en que no exsistía (ni existiría) más pura confianza, amistad y amor, se deshizo por completo en una escena cómica y austeramente dolorosa en la historia de nuestras vidas.
Ya no importan las razones ni lo estúpidas y poco valiosas que sean, siempre me pareció que cualquier cosa importaba más para ti que lo que yo pudiera, en algún momento, llegar a significar para ti. No sé si nunca entendiste la manera tan ciega en que yo confiaba en ti, no sé si nunca pudiste al menos percibir lo mucho que yo te quería (quiero y seguiré queriendo), no sé si en algún momento lo tomaste en cuenta pero ya ni siquiera me importa. Sólo quiero que sepas (incluso aunque tampoco tomes eso como una razón válida para nada) que me dueles, me duele recordar tu nombre, me duele recordar la forma en que amo lo que eres, pero, más que cualquier otra cosa, me duele reconocer que yo no hice, ni haré nada por recuperarte.
Mereces una explicación, he reservado mi pequeña porción de dignidad para esto, no pienso soportar un sólo segundo más a tu lado sabiendo que no quieres estar ahí, no pienso seguir inventándole facultades mágicas a mi optimismo y seguir pensando que podrías quererme... No quiero volver a creer en eso que ya no existe y que nadie me asegura que alguna vez existió. Si bien estuve y estoy dispuesta a estar contigo cuando necesites de mí, no quiero pedirte nada, ni siquiera una mirada a costa de un ciento de malas caras, ya no puedo reprimir mi decepción, ni callar mis sentimientos, ni pedir perdón ante algo que sé que no se manchó de una sola gota de mi culpa. No puedo porque lo hago demasiado todos los días, y créeme, corazón que por ti quisiera hacerlo pero... En orden de jerarquía... es que aún no me he vuelto loca sin ti.

Te extraño, como es lógico, te quiero, como te lo prometí. Pérdoname una y mil veces por no poder encontrar una razón suficiente para arrastrarme como tu gusano de nuevo, sé que no me costaría nada después de tanto tiempo de hacerlo pero (y lee con cuidado) la verdad, aunque no la vimos antes, es que no soy del tipo de gusano que te gusta y mucho menos podría ser del tipo de gente que quieres que te rodee. Las excusas pendejas están demás, la razón por la cual las usaste es, esencialmente, la anterior.
Sólo hay un dilema que aún me clava espinas en los sesos respecto a todo esto: todavía no sé si desearte lo mejor o desear que estés aquí.

domingo, 30 de octubre de 2011

#1

¿Quién soy?
Hay muchas formas de decirlo, una niña, una estúpida, una perra, una mujer, una sirena... da igual. Me han llamado de todas las formas anteriores por lo menos una vez en la vida.
Nací hace mucho o hace muy poco en medio de una familia normal y luego crecí para ser anormal, aunque la familia haya crecido para después cortarse en dos.
Fui independiente a penas pero siempre fiel a un sólo precepto: que, antes de ser una bebé, tenía que vivir como mujer. Y así fui. Una causa perdida, un monumento a la lástima, la injusticia y la soledad.
Pero no me culpes de herejía por la insolencia que he de comentar en las siguientes líneas: siempre me creí capaz de ser yo misma la causa y la traición de mi fuerza y de mi debilidad, nadie más se inmiscuía en mis cosas y si se atrevía tarde o temprano se arrepentía. De pronto, como era lógico, me vi sola y aislada de un mundo con el que mantenía una simbiosis de lo más enferma, enfadada con la gente y odiando intensamente a la vida.
Sobreviví de mentiras y de descanso y comida en exceso, supe comportarme hasta el límite de no ver rayo de sol durante mucho tiempo, hasta que la etapa se usó tanto que se rompió. Tuve que escudarme, entonces, bajo una más sólida realidad. Tuve que ceñirme a la cara una sonrisa discreta que dejara la boca abierta lo suficiente como para sacar una que otra mentira, sólo hasta que la mascarada terminara como empezó: trágica y desagradablemente.
Encontré personas valiosas y ladrones de tiempo también, encontré gente muy imbécil y gente muy especial, sin embargo, nunca pude conectar porque nunca lo intenté lo suficiente. Tuve miedo y me rehusé a cambiar, al menos eso yo lo sé, aunque ellos dicen que cambié demasiado, pero no dudo que la verdadera causa de uno u otro suceso es que en realidad jamás quise una mano tocándome o una mirada interesada en mí, oculta bajo mi manta de moda, jamás tuve necesidad alguna de salir, tan sólo por ver perdida mi frágil identidad.
Pero, como todo tesoro, me lo vinieron a robar.
La gente dirá que yo lo dejé suceder porque nunca he desistido de mi pensamiento hereje, incluso cuando el mismo Dios me salvó y ayudó tantas veces. Dicen que la condena por el suicido será perpetua en mi juicio final pero yo creo que ya lo es desde ahora.
Le supe dar todo a mi pasión por escribir hasta que se volvió mi única protección en la vida, la gente viene, la juzga,la escupe, la destruye, la pisotea y se burla de ella y es entonces cuando brota la sangre de la herida que nunca se cierra.
Cuando encontré a quién amar desistí de las pocas armas, máscaras y escudos que quedaban de materiales distintos a la tinta y al papel, me entregué (y me sigo entregando) como una verdadera millonaria con retraso mental, pero ya no me importa, pocas cosas realmente tengo para poder gastar mis fuerzas. Dirigir una mirada enamorada no me hace menos y me he acostumbrado a la idea de que tampoco me hace más. Sonreír se volvió parte de.
Y aunque este amor y esta entrega incluyen una serie de situaciones que no tengo el valor de describir, sé que tarde o temprano, yo siempre consigo lo que quiero. No importa a qué precio.
Tengo facetas alegres, períodos apáticos y predominio de clima invernal en el interior de mi corazón pero eso a nadie le incumbe. Yo puedo ser ruidosa, callada o total y completamente malvada. Me obsesiona la perfección y el orden a mi manera, también un grupo muy pequeño de gente, hago rituales suicidas y rituales para atraer a la suerte.
También puedo ser buena, tierna, iracunda, sonreír, bailar, disfrutar, llorar, golpear, humillar, maldecir, cantar, pintar, dibujar, imaginar, escribir, negar del mundo a quien se me de la gana... pero eso depende de quién seas tú.
Lo más esencial es que la mayoría del tiempo estoy muerta de miedo y/o muerta de hambre, inconsolablemente triste y/o confundida hasta el extremo.
No soy como tú, no hablo como tú, no amo como tú, no como como tú y, afortunadamente para ti, no pienso como tú.
Toma esto, mastícalo y escúpelo como la vida hará contigo y con tu corazón.

viernes, 21 de octubre de 2011

Sing for absolution

Una falla, un error, un malentendido. Que mi obesa e insoportable humanidad penda de una idea grande, fuerte y malintencionada no es lo suficientemente patético (porque ni siquiera aunque sea decisiva la puedo llevar a cabo), sino que cada día todo tiene que arruinarse más... por mi culpa.

A penas me atrevo a mirarte, a contemplar todo eso que es y siempre ha sido tan ajeno y tan distante, a penas si tengo la decisión de hablarte, porque el deseo es latente, tengo que escoger siempre perfectamente bien las palabras que debo decirte porque el riesgo que corro de que se termine todo es simplemente eterno. Y me equivoco.
A veces me sueño con la confianza de poder decirte algo que no debería, de bromear, de tener indiscreciones, pero la verdad es que eso está mucho más allá de mis capacidades. Soy una ostra cerrada que no tiene intenciones de liberarse de su propio infierno. No puedo dejar que esas tinieblas te afecten y por eso ni por asomo debo mostrarte lo que tengo por dentro porque, desafortunadamente, tampoco puedo ser diferente.
Lamento ser egoísta y creer que "debes"... No, tú a mí no me debes nada. La realidad es que estoy como hasta ahora sólo por un inexplicable golpe de suerte pero eso es todo. Las obligaciones conmigo sólo van por una vía, y esa vía es hacia afuera. No tiene por qué importarme nada más... si algo se pudre conmigo es porque yo dejé que fuera así, es todo, y si sigue así también lo es y no tengo por qué ser tan llorona al respecto si sé perfectamente que no quiero, por razones que en realidad no interesarán NUNCA, liberarme de ello.
Detrás de todos los hórridos placeres y las cantidades ilegales de felicidad que me das, lo mínimo que debo hacer es pensar y esforzarme en no volver a equivocarme, y lo lamento mucho porque sé que hasta ahora no lo he hecho de la forma que debería. No te mereces que te trate de esa forma. Tal vez un día te des cuenta de eso y te alejes como cualquier persona haría, pero como tú no eres cualquiera, yo sólo espero que ese día no llegue tan pronto como debería haber llegado.
Dentro de todo, te agradezco hacerme ver mi suerte la mayoría del tiempo, tú sabes que para mí eso te hace cada día más perfecto.
Sé que algún día leerás esto, sea por lo que fuere, y no me da miedo mostrártelo, porque si tienes alguna represalia al respecto la olvidarás un par de horas más tarde.
Sólo procura no olvidar que te amo más que a nada en el universo, más de lo que me odio a mí misma...

lunes, 3 de octubre de 2011

mirror hallucinations

La primera vez creí que mataba un insecto, lo aplastaba con las yemas de mis dedos y lo machacaba encima de las letras en una página de 'Wintergirls'... pero de ese insecto no apareció ni el cadáver matajado ni la sangre negra, sólo apareció otro insecto vivo y uno idéntico pero que antes no estaba. Los aplasté también y tampoco pude ver muestra de que realmente los maté o de que estuvieron ahí.
Fue mi primera pista.
Después pensé que quizá ya tenía mucho sueño... o que aquellas letras tan duras y tan honestas le tendieron una trampa a mi mente y esta, tan estúpida como es costumbre, cayó y se hizo añicos en ella.
Después escuché una voz que cantaba muy cerca de mi oído, saliéndose de mi mente, deslizándose hacia afuera y tararéandome una canción de cuna para que siguiera en un embeleso mortal que, por lo menos ese día, no podía permitirme. De nuevo pensé que era mi falta de descanso jugándome una broma pesada, y entonces recordé la triunfante sonrisa de una muchacha como yo, pero fuerte en serio, que me miraba de una forma retadora y cómplice.
Nos reconocimos al instante al notar la manera en que mirábamos nuestros cuerpos en el espejo del baño de mujeres. Supimos lo que éramos y por qué lo éramos. Pero ella había avanzado tanto que a su lado yo parecía un elefante con tutú. Sabía que había ganado, pero su sonrisa me decía algo más, me decía, de alguna forma, que lo entendía... que sabía que no estaba completamente perdida. Y aún así se fue con el ceño fruncido por la duda, esa maldita duda que nos queda a todos nosotros cuando terminamos de mirar al espejo, ¿cuándo será suficiente?
Ese fue mi primer día de escuela, un presagio de que, indudablemente, iba a seguir en la carrera. Una alucinación o una inspiración, ya no importa.
Esta tarde tuve una nueva alucinación, ya no eran insectos imaginarios, sino colas de ratones inexistentes. Ni siquiera me sorprendí, ¿será que ya no siento nada por el resto de las criaturas? Por alguna razón pienso que todas viven mejor que yo.
Fui de nuevo a ese espejo que nunca me falló, quizá mentía, quizá no, pero siempre me hizo sonreír, excepto hoy.
Vi a una de nosotros, otra... pero mucho más joven. Me dio lástima, pero luego recordé cuándo comenzé a hacerlo yo... me sentí mal. Ella iba mucho más adelante de lo que yo nunca he podido estar en mi vida. De nuevo vi al elefante con tutú pero ahora reflejado en el espejo que nunca fallaba... ¿qué me estará pasando?, ¿por qué ya no puedo decir que no? Tal vez también en esta adicción estoy fallando.
Ya no sé escribir, ni tampoco matarme de todas las maneras posibles, ¿qué rayos puedo hacer que salga bien?
Quisiera poder ser como esa niña y mirarme como ella lo hizo, cada tres segundos para comprobar que tanta perfección era verdad, y salir con la frente en alto de un espejo de cuerpo completo y mirar a la gorda que está detrás de mí, escrutándome con los ojos muy abiertos, y decirle "Es cierto, monstruo, soy mucho mejor que tú."

martes, 20 de septiembre de 2011

Dont wake at night to watch her sleep

No existen posibilidades de que esto sea visto por los ojos de alguien que antes no haya escuchado mi voz, que casi siempre mendiga. Quizá sea por la misma razón que motiva este texto, entre otras manías.
He querido atarme las personas a la cintura con una cadena irrompible pero desde el principio supe que no funcionaba, la voluntad ajena siempre deshace mis planes. Quizá pueda estar envuelta en el manto terso de la manipulación pero, quien pueda mirar dentro de mis ojos sabrá que no existe tal. Capa por capa, el centro sigue siendo el mismo, todo sigue llegando al mismo punto una y otra vez. Infinitamente.
A veces quisiera tanto escupirle a la gente, directo en la cara, todas las cosas que he hecho por sus ojos, por sus oídos, por sus manos... por sus mentes... por su corazón. Pero no puedo. A veces por respeto, a veces por temor.
Creo que el principal ingrediente constituyente de mi alma es el temor, seguido por la cobardía, la culpa y, por último, los celos. Pero ese factor es nuevo.
No es como envidia, porque la envidia es sucedida siempre por una acción salpicada de intriga, mentira y traición y, aunque hay mucho de eso en mí, todavía no he llegado a ese punto. Mis celos son total y completamente pasivos, su función es grabarse en la memoria de la voz que resuena en mi cabeza todo el tiempo y hacerme todo el daño posible.
Pero...
No sé en realidad para qué diablos escribo todo esto, para qué trato de perfeccionarlo, para qué trato... de vivir.
Nadie va a saber nada, de cualquier forma, a nadie le va a importar.
Soy una mala escritora, después de todo.

viernes, 26 de agosto de 2011

is death or victory

I think Imma chose death...
El silencio incómodo de la cosa malvada que arruina mi mente me pone nerviosa... la imperiosa necesidad de hacerlo de nuevo también está ahí... y viene por mí. El pasado y los malos recuerdos siempre vendrán a cazarte, siempre, como si su única labor fuera ello, y podrás borrar todas las cosas menos los recuerdos y el maldito remordimiento, la maldita culpa...
Victory drags me to death, anyway...
Quisiera explotar de pronto como a veces me siento a punto de hacer, quisiera borrarme del mundo y desaparecer como la gente a mi alrededor desearía también. Quisiera huir al océano de las aguas más oscuras y frías sin poder ni rozar el fondo con la punta de mis pies para sentirme perdida, para tener miedo y para que mi corazón se agite hasta que mi propia incapacidad física me arrastre a la muerte aunada a mi discapacidad mental.
I wish I could rip my flesh off to finally see my bones and stare at their beauty while my life fade away like a flower...
El espejo ya no ofrece una realidad creíble sino sólo un reflejo de lo que ya no puedo soportar, como la voz que no para de hablar por las noches repitiéndome todo lo que ya no quiero ser más pero que no puedo evitar, es la voz que habla dentro de la mente equivocada porque yo no soy capaz de cumplirle sus caprichos y quizá nunca sea suficiente hasta que su victoria sea mi muerte.
It's a secret that no one will ever guess because, even for a sickness, I am way too weak.
La promesa de la perfección, de la entereza intocable, de la fuerza que se puede ver, todo aquello que no me atreví a hacer o en lo que juré que jamás me convertiría, en todo fallé. Lo volví a intentar, fallé, lo volví a intentar, lo logré, el mundo se derrumbó y el corazón se volvió negro y putrefacto, más de lo que nunca fue.
My innocence, my goodness, my intelligence, my strenght, my heart, my soul... the only parts of me those are actually getting thinner.
La única manera que tengo de sobrevivir es esta y no sé cómo mantenerla sin que me mate, a la vez pienso que lo mejor es sucumbir ante ella, igual que todo el mundo, que si lo que soy está considerado una enfermedad, la verdad es que no soy y nunca he sido tan especial como para creer que mi fin será diferente al de toda la humanidad.
I have always been a failure, I will always be your disappointment... but please, just give me a little bit of time and I will make you proud of the way I defeated myself and dramatically died in the process.
Quizá en algún momento deje de hacer las cosas tan mal, tal vez en algún punto mi camino recobre la entereza o la cordura, no pierdo la esperanza de que algo dentro de mí me salve de mí misma y de la manera en que destruyo todo en mi interior con la esperanza de matar de raíz lo malo, ya sin importar que también se me está muriendo lo bueno.
In one way or another, I am the only one able to judge myself correctly, the only one able to hold on or give up on myself, the only one who can actually destroy myself... and erase every feeling of happiness or settle for the worthless thing on Earth.
Sé que igual podría mañana crecer y cambiar de opinión, podría convertirme en algo bueno e incluso en algo peor de lo que soy pero, mientras dure esta obsesión no existe ni la menor posibilidad de ser mejor... no hay un bien dentro de mí que pueda madurar, no hay nada que resplandezca totalmente ni mucho menos capaz de ecplisar todo lo demás. No ahora, al menos... mientras pasa este minuto y agoniza este segundo.
I wish I could take my heart off and give you the few little things those are worth saving from me... all of them belong to you, of course.
Y cuando este envase opaco quede libre de las pequeñas estrellas que tú pusiste dentro de mí y quede sólo el contenido rancio que nació siendo mío, la muerte será la victoria y la victoria, la muerte, y como te lo he dicho siempre, aún entonces, te seguiré amando.
Im sorry if I cannot love you as much as you deserve to be loved but I love you as much as I can love. And this love I have for you is forever bigger than the hate I have for myself.

viernes, 8 de julio de 2011

La señal de la luz



He descubierto que mis mejores palabras son siempre de tristeza, sé bien por qué: he vivido casi siempre en situaciones deprimentes, siempre sumergida en un universo muy lejos de este, una vida que realmente no era la mía, y entonces lo conocí a él, a la inmensa y desgraciada idea de que el mundo utópico en el que yo vivía es millones de veces mejor que este, incluso cuando no importa lo que yo piense sobre él.


Y bien, aquí estoy yo, creyendo una vez más en esa luz intrigantemente calurosa, maravillosamente blanca, símbolo de la pureza y la dignidad que perdí por él; esa luz, irónicamente, siempre me hace olvidar la sangre que sudo para mantenerla igual de brillante.

Contemplo la luz y pienso "realmente no quiero que cambie" y la sombra oscura que llevo detrás de mí a todas partes me susurra, detrás de la oreja "claro que quieres que cambie, no seas estúpida" pero entonces está él, que con esta luz destella perfección por todos lados, él hace que todo parezca lo suficientemente valioso como para que pueda cerrar los ojos y olvidar que literalmente me le estoy regalando. Ni siquiera vendiendo, y mucho menos intercambiando.


Él está aquí, me hace sentir plena, luego se va y la luz se hacemás ténue. Qué clase de malagredecimiento es este, no puede ni hacer su luz más duradera. Pero me gusta.


Me gusta todo él, me gusta su magia, incluso, me gusta su talento para mentir.


Oh, sí, miente, estoy conciente. Él no me quiere, no lo hará nunca, soy sólo un disfraz de la mala cosa, una herida abierta que estoy cubriendo como una bandita para que la sangre no mane. Es todo. pero yo le creo cuando me miente, o me miento a mí misma al hacerlo. Ya ni siquiera me importa.


Lo amo, vaya que lo amo, no me importa ni que mienta, ni que no me corresponda y mucho menos que me traicione. No existe nada que yo pueda hacer que valga más que esa luz que vino a cambiarlo todo, no existe ningún sufrimiento gris capaz de solventarlo. Mi alma acarrea más dolores de los que debería, es porque ha sido diseñada con mayor capacidad para contenerlos y una manera diferente de enfrentarlos o aceptarlos, pero la vida siempre pone distracciones y felicidades a nuestra dispocisión, esa luz es todo lo que yo siempre he necesitado, una manera de pretender que soy feliz sintiéndome triste pero útil, humillada a veces, estafada la mayoría del tiempo pero siempre muy feliz.


No sé cuál sea la verdadera causa de todo, yo haría cualquier cosa porque fuera feliz, tampoco es como que tengo miedo a que se vaya, porque sé que si quisiera ya lo hubiera hecho, es sólo que mientras esté aquí le harán falta muchas cosas que ni mi alma ni mi cuerpo (mucho menos mi cuerpo) le pueden ofrecer, entonces está mi mente para llenar el resto.


Lo que quiera, lo que necesite, lo que pida... no importa a qué costo, sin condiciones, ni reclamos y a veces sin arrepentimientos. Sólo quiero que esté bien y que disfrute lo que puedo darle, exactamente, mientras pueda. Es esto lo que quiero, y aún mejor, es esto lo que merezco. nadie que sepa mi verdadera historia puede votar por lo contrario.


Yo también miento, yo también callo y también siento resentimiento pero mi impulso por hacerle feliz y por protegerlo es más grande que todo lo anterior. Ni siquiera toda la maldita furia del infierno sería capaz de poner en mi boca un "me largo"... Prometí que no iba a dejarlo solo, y una vez calmadas las aguas, no veo gran cosa que no le pueda perdonar, no después de todo lo malo que he hecho. Aquí dentro de mi opaco envase sólo hay una sustancia mohosa que realmente dudo que disfrute, después de todo.


Él trajo la luz, él no es la luz, si se va sé que puede ser feliz (e incluso más) de lo que es ahora, además, sé bien por qué se iría, no lo culparía en absoluto.


La luz se quedará cuando él no esté, pero con el tiempo se irá apagando, como todas las luces hacen, no me importaría, realmente, tendría motivos para seguir sonriendo, una luz estuvo en mi vida cuando estaba destinada a no tener más que pura solemne oscuridad. No sé quién se equivocó para que eso sucediera pero, en fin, se lo agradezco.


Al final las cosas son un siempre un poco tristes y torcidas en mi historia, pero para cada historia existen mil maneras de contarla, esta es sólo mi versión. Sólo sé que quien pueda hablar de mí en un tono alegre y con admiración sería un verdadero idiota, fuera de eso todas son aceptadas.


A veces creía que iba a ser una mejor persona, pero 'mejor' implicaría que en algún punto hubiera sido buena... y no. Inocente, tal vez, pura, en algún momento, pero buena no y 'mejor' nunca; ¿por qué él está aquí? Eso no lo sé, a veces voto por que fue simplemente porque tú lo dejaste ir y que no le gusta estar solo. A veces creo que realmente soy lo que quiere. Cualquiera de las dos es una muy mala decisión.


A veces quisiera conocerte para reconocer el estado del lugar en donde se encuentra su corazón, pero sé que no me lo permitirías ni tú ni él, sería demasiado enfermizo de mi parte, de igual manera. Sólo quisiera saber qué cosa tan grave hiciste que el orgullo se erectó para siempre como una barrera entre su amor y el tuyo, haciendo que dejaran de ser el mismo, al menos por unos desgraciados milímetros. No sé ni siquiera en qué punto de todo eso embono yo, quizá porque no existe ese punto.


A veces prefiero limpiarme el sudor del rostro y agradecer que hay una luz que me cierra la boca, el corazón y los ojos y me hace entregar todo en la tierra de la avaricia, como un asalto, o peor, como en una conquista. Vale más lo que me guste creer que lo que él me diga, porque sé que no dirá nada más que una mentira que, incluso después de repetirse mil veces, ni siquiera parece una verdad a medias: te amo.


Vale más, mucho más que tú, mucho más que yo y mucho más que esa luz grosera, machista y opresora, vale mucho más que la sombra digna, independiente y egoísta, vale más, mucho más que este envase maltrecho y su contenido rancio, vale más incluso que todo. Esa mentira hace que el sufrimiento y la felicidad cobren vida, que las alas nazcan de una espalda huesuda, que la sonrisa brille en un rostro grisáceo y que la luz se salga de mi mente y desborde, moje cada centímetro de cada lugar de este universo.


Dudo mucho que a ti te haya dado eso.

jueves, 30 de junio de 2011

demonio hecho de hueso

La historia que te quema el alma, el agua que hierve como tu sangre que se pudre dentro de ti, te vuelve el interior negro, como quemado, algo así como tu piel... allí esta ese demonio.
Ha vuelto tus pensamientos y el interior de tus órganos tersos y fríos, ha convertido su mente en la tuya y te ha poseído sin importarle lo que tengas que hacer o con quién tengas que estar.
Pero te gusta, aunque te mata por dentro, aunque te ofenda de noche y de día hasta que te haga llorar... lo amas, porque por algunos segundos te susurra un secreto que te hace feliz. No lo suficiente porque te exige más y no lo puedes nunca compartir con nadie.
No lo van a entender

martes, 3 de mayo de 2011

Split

¿Será posible la división?

Mi constitución material está llegando al punto de quiebre, hay varias cosas que tiran de mí hacia lados distintos, creo que cuando al fin me rompa me dividiré en pedacitos pequeños para que cada quien tenga lo que quiere de mí.

El servicio a la comunidad, mi insistente manera de bromear conmigo misma, con lo que quiero y con lo que no quiero, mi indecisión de mujer, mi naturaleza de tornado (lo devoro todo y lo devuelvo desecho), mi falta de perspicacia y mi innata apatía... todo está volviéndose en mi contra, o a mi favor, pero todo está actuando al mismo tiempo.


No quiero dejar de saber qué es lo que quiero, no quiero encontrarme de pronto con que no sé qué buscar.


Si hay algo que me gusta tener (y está por demás mencionar que me gusta tenerlo todo) es el control. No puedo perderlo, mucho menos por mi causa, ¿me doy a entender? Una tras otra, la vida me las guarda todas para el final, como yo cuando guardo lo mejor para disfrutarlo después y echarlo todo a la basura. Es lo mismo. Nadie tiene más de lo que da, ¿verdad? Y pensar que antes sólo podía necesitar de un cuaderno y una pluma, o, peor aún, de una pared y una pelota, como cualquier niña de quien nadie necesita. Y que no necesita de nadie.

Y de pronto me convertí en esto... de pronto parece irrelevante.

No sé por qué ahora que no podía importarme menos estar por mi cuenta o no, todo parece necesitarme en su cuenta. Es una tontería... parece que al final esto ya no es eso lo que necesito... porque volví a ser quien sólo necesitaba un trozo de pared dónde escribir para no sentirse sola.

¿Y todo lo que vengo cargando? Porque yo sola me lo busqué, porque anduve dando traspiés para conseguir que la gente me necesitara, porque yo necesitaba eso, y al final, ¿para qué?

Sí, al diablo, pero no puedo hacerlo. No soy de las personas que defraudan otras personas.

Quizá eso es lo mejor que tengo, como bien social, quiero decir. De alguna forma se le debe retribuir a esa sociedad que nos ha dado dinero y estabilidad hormonal.


La cosa es que soy una persona egoísta por naturaleza, como todos pero quizá más descarada. ¿Por qué no decirlo tan sencillo como eso? sí, pienso en los demás, sí, hago cosas por las personas que me importan, sí, soy respetuosa con aquellos que se lo merecen y sí, daría mi vida por algunos de ellos pero... en realidad no es nada que deba ser considerado honorable, es algo más bien heredado, aprendido, como el lenguaje que tanto amo o algo estúpido como ponerse los calzones debajo del pantalón. Eso sólo eso.

¿Qué me nace en verdad? Pues que AMO de una manera que ni yo misma puedo creer. No sólo a la persona a la que amo con infinita e inaceptable devoción, sino algunas cosas más, que pueden ser tachadas de inservibles, inmorales, complicadas o estúpidas, pero que para mí adquieren un significado mágico y maldito, al mismo tiempo.

De cualquier modo, he aclarado ya que la sociedad para mí no significa nada más que estabilidad, e inlcuso en ese aspecto es temporal porque la sociedad siempre cambia, la gente siempre se va.

Así que las cosas que amo pueden ser consideradas de cualquier forma por ellos, después de todo, ¿qué saben ellos de eso?

Lo que sé yo, sólo yo lo sé... y uno que otro afortunado. Mi corazón y mi mente sólo son honestos conmigo, con los demás, que tan poco duraderos son, en realidad no importa si miento.


So, anyways, hay que cumplir con los compromisos. Tampoco soy de las personas que traicionan. No a alguien por quien pudiera sufrir en serio, aunque, sé de antemano que todas las personas me van a lastimar, es sólo que esta clase de cosas las escojo con cuidado. Sólo lo hago por quienes vale la pena sufrir. La intensidad es eso, lo demás no es más que innata estupidez.

Así que, de cualquier forma, he de dar a cada quien lo que necesita, que al final de cuentas no me cuesta gran cosa y, para qué negarlo, tengo un gusto a flor de piel por esta nueva versión de mi vida pero sé que tendrá su valle, ya que ésta es la cresta.

Pero estoy lista.

Aún después de tantas cosas puedo seguir confirmando que yo siempre consigo lo que quiero, tarde que temprano y de la manera que sea. Lo que amo es mío, sin importar que realmente lo sea o no. Lo es. He dicho.

sábado, 30 de abril de 2011

Cuando algo se desploma, hace que todo se derrumbe con él.

Siempre sucede, siempre ha sucedido, desde que un movimiento del destino me colocó en este mundo, desde ese instante ha sido así, como si todas las cosas en mi vida estuvieran encadenadas, unidas inexplicablemente unas a otras, y entonces, cuando algo malo sucede y una de esas cosas se desgrana, hace que todo lo haga también, jala todo hacia abajo...
Mi vida y su maldito efecto dominó.
He pasado por el mismo proceso toda mi vida, nacer y renacer, vivir y revivir, morir y volver a morir, pero, a este punto, si sucede ya nada lo podrá solucionar. O al menos eso creo, simple y sencillamente porque lo que antes sucedía no era realmente muy grave, eran meras tonterías comparadas con lo que está sucediendo ahora. Ya no se trata sólo de mí... esta vez se está desgranando TODA mi vida.
Todo comenzó con mi familia, que era, básicamente, el eslabón más grande de todo, luego mis amigos, ahora... ¿mi padre?
No. Es sólo la estúpida idea lo que me hace imposible respirar y pensar, algunas veces, es mi padre, no puedo concebir siquiera que algo malo le pase, suficiente daño me ha hecho que se fuera de aquí, ¿qué me va a pasar si se va de todo y para siempre?... ¿qué le va a pasar a mi madre?, ¿qué le va a pasar a mi hermana?, ¿qué le va a pasar a mi vida?
¿Voy a tener que verme forzada, incluso, a soportar eso TAMBIÉN?, ¿me van a obligar a sostener eso en mis espaldas también?...
Es verdad, sí, que mi madre es el doble de veces más frágil que todo el mundo, que no es más fuerte que yo y que no le queda nadie más, estoy dispuesta a aceptarlo, a tratar de hacer que todo sea bello y bueno para ella, entregarme a sus deseos suprimiendo los míos, darle mi cara más dura, la más fuerte que tengo, negarle de todas las formas que existen que estoy sufriendo para que no se sienta peor, pero con ESO, ¿cómo voy a poder ayudarla con ESO? no sería justo.
No sé por qué, después de tanto tiempo, no puedo entender que la vida no es justa. Soy demasiado imbécil, tal vez.
Pero como todo el mundo sabe cómo es mi madre, toda la vida se me ha forzado a negar que yo también soy así, y esta vez se me dio la ORDEN de mantenerme fuerte por ella, de, básicamente, cargarla en mis espaldas como si a mí no me doliera nada.
Y si las cosas empeoran... ¿qué voy a hacer? Quizá llegue un momento en que explote, que me canse de llorar a escondidas, que me muera de pronto o que me trague el cuento de que puedo con ello.
¿Quién puede con la soledad?, ¿quién puede contra la muerte?... ¿Quién puede fingir que puede?, ¿por cuánto tiempo?

martes, 15 de marzo de 2011

Cualquier parecido con la realidad...

Felicidad basada en el completo absurdo porque simple y sencillamente está negada para mí la felicidad de tiempo completo. Sé que no depende de nosotros, que amaríamos poder tener otro planeta que fuera sólo de nosotros dos pero... es horrible no tener nada. Nada en absoluto.
Un par de horas, dos días a la semana (si es que nos va bien),y... eso es todo. No puede ser bueno, no tiene ni la más remota posibilidad de ser admisible, porque yo soy nueva en esto. Él, de alguna manera, está acostumbrado a compartir todo en su vida con otra persona. Nótese que me duele imaginarlo con otra persona, me duele que a otra persona antes ya le haya dicho, prometido y hecho (especialmente hecho) todo lo que a mí. Me duele que la situación no pueda ser equitativa, porque él no lo puede entender, a él siplemente no puede importarle, porque yo lo siento diferente. Todo lo siento diferente. Pero él no... él está ya demasiado investigado en estas cosas, soy yo la inmadura que simplemente no puede estar tranquila o mantenerse cuerda estando sin él.
Odio ser tan joven, mi corazón se obsesiona demasiado.
Estoy segura de que, realmente, él nunca va a poder entender que no puede estar conmigo, hacerme sentir la vida, la maravillosa magia de todo su ser por unos cinco segundos, y luego esfumarse y esperar que yo esté bien.
No sé cuanto tiempo más aguante así, no sé a qué tendré que renunciar para que se acabe la tortura. Quizá sólo tenga que esperar un poco (más) hasta tener un poco de libertad para poder irme con él y que todo lo demás se pudra. Para poder saber si esto es verdadero amor y no pura desesperación. De su parte, quiero decir.
Esta situación me hace demasiado infeliz. Esto y que, cuando no estoy con él, no estoy con nadie. Ya me siento demasiado incómoda con las demás personas, como si las acabara de conocer, como si no fueran mi familia o mis mejores amigos. Ya no me encuentro en esa casa en la que tanto me refugiaba de mi rara adolescencia, ya simplemente todo se redujo a él. Y él ni siquiera está conmigo.
Yo sé que no es su culpa pero... detesto todo esto. Ya no estoy bien en ningún lado, estar con él es traumático cuando llega la despedida. Y en esas cuatro horas, cinco a lo mucho y, si corro con demasiada suerte, quizá once o doce, me sumerjo en el punto más alto del éxtasis humano. Se lleva toda mi energía dentro de sus bolsillos, como un ladrón, se mete toda mi felicidad entre pecho y espalda para no volver hasta dentro de muchas horas.
Y se repirte el ciclo de la agonía cada tercer día. No soporto las malditas interrupciones, es como darle de beber a un hombre deshidratado con un gotero. Así de seco está ya mi corazón.
No debí probar la felicidad antes de saber que sería TODA para mí, antes de asegurarme que la tendría para siempre, pero es que mi corazón no lo soporta y lanza el cuerpo hacia adelante, contra mi inteligencia y mi voluntad.
Me lanza a sus brazos, desnunda, como si no supiera el riesgo que corro ya al amarlo de esta manera, tan obsesiva y apasionada como mi alma fue concebida. Y, al mismo tiempo, sé perfectamente que si me alejo de él, si le soy distante y ajena pueden sólo ocurrir dos cosas: hacer que se sienta terrible o hacer que no desista hasta conseguirme de nuevo. Como ocurrió cuando todo esto comenzó, es decir, LA RAZÓN por la cual comenzó.
Pero no puedo, por mucho que intento ser fuerte y dejar de ser una persona de las más malditas posesivas del universo, por mucho que intente 'hacerme la difícil', simplemente no puedo dejar de ser así de inmediata para él. Porque le pertenezco y dejo que haga lo que quiera conmigo.
No es justo porque no entiendo cómo puedo hacer algó así YO que sólo vivo para mí. YO que siempre consigo lo que quiero, ahora sólo me esfuerzo por darle lo que quiera a ÉL, descuidándome incluso a mí misma, sin que él tenga una maldita idea, lo cual es mi más grande dolor.
Además, es una gran mentira decir que existen relaciones interpersonales desinteresadas o incondicionales, aunque yo renuncié al sueño de recibir algo de él desde hace muchísimo tiempo, tan sólo quisiera que notara lo difícil que es esto para mí, que me duele estar tanto tiempo sin él, porque me siento sola y, una vez que he probado lo que es la compañía, ya no puedo disfrazar mi tristeza y ya no puedo combatir mi soledad. Ya no quiero, principalmente, porque se supone que él está conmigo. Pero no se da cuenta de eso.
Es entonces cuando llega la más pendeja de todas mis conclusiones: a veces siento que si yo hubiera sido otra persona, es decir, ESA persona, quizá las cosas serían muy diferentes. Con ella estaba todo el tiempo, sin arrepentimientos, por ella hacía cualquier cosa, ¿por qué yo soy diferente?, ¿por qué?

martes, 8 de marzo de 2011

Cuando me acuerdo de...

... Porque sí, me acuerdo.
Tal vez no deba hablar del tema, porque, después de todo, es un caso resuelto, una puerta cerrada, algo que dejé atrás pero... Eso no lo borra de este mundo.
Es cierto que yo deseé con todas las fuerzas de mi alma que se lo tragase la tierra pero la vida no cumple caprichos. Es simplemente que no puedo evitar recordarlo, porque mi corazón tatuó su esencia en mi vida y no lo puedo borrar.
Cada vez que lo veo me veo forzada a recordar su nombre, a dibujarlo en mi mente como hice tantas veces antes. Y recuerdo todos los momentos malos, porque no hubo buenos. Hubo mentiras, hubo trampas, y eso a veces me hace preguntarme si realmente era tan malo como parecía.
Sólo sé que preferí no investigarlo, porque ya todo fue hecho, fue escrito desde un lejano principio que no se somete a debate, es sólo que quizá no todo era tan frío y catastrófico como yo pensé que era. Aunque realmente ahora me da lo mismo.
Me gusta pensar que realmente obtuve todo lo que quise de él, que no permití que él obtuviera lo que quería conmigo, porque al final los dos íbamos a tener lo que siempre soñamos. Sé que si él y yo hubiéramos estado juntos como tantas veces "DIJIMOS" que queríamos estar, probablemente las cosas hubieran terminado de peor forma en la que lo hicieron. Porque sé que yo realmente no lo amaba... a ratos no se puede amar a nadie.
Y es cierto que me pica el orgullo a veces, que me niego, a veces, a aceptar que para él yo nunca signifiqué nada pero... yo siempre he tenido problemas con la verdad. Quisiera que él pudiera entender lo que significó para mí, aunque fuera demasiado tarde, para que pudiera saber la magnitud de lo que sucedió. Y quisiera también saber lo que yo signifiqué para él... No sé por qué, después de tanto tiempo, todavía sigo creyendo tontamente que él me debe una explicación.
A veces , tontamente, sigo esperando que me recuerde. Pero no sé por qué, lo hago inconscientemente, porque me acosumbré a desear siempre que alguien correspondiera las pasiones que tengo encendidas, y eso simplemente no sucedió. Hasta que sucedió.
Vaya, creo que quedé realmente sin sentido desde el primer momento... porque yo fui fuerte y luché.
Tuve opciones, pude quedarme con el sufrimiento que tanto amo, pude quedarme sola, sin necesidad de mover un dedo y quedarme sintiendo lástima por mí misma; y actuando en contra de la naturaleza con la que nací, lo corté de raíz porque él era una mala hierba que me enfermaba.
Y afortunadamente, ocurriendo de forma contraria a como todo sucede siempre conmigo, tomé la decisión correcta. Ahora parece que todo anda bien en su vida, no es que a mí me importe, claro, simplemente que pasé tanto tiempo preocupándome por estar a su lado que olvidé que él existiría aunque yo no estuviera con él. Pasé tanto tiempo pensando en él que, ahora que no lo hago, siento que también desapareció para sí mismo, y obviamente no es así.
Tal vez yo también morí para él.
Quise arrancármelo de la piel, de la mente, del corazón, del futuro... y lo hice, aunque nunca he podido sacudir nada de las arenas movedizas de mi pasado. Pero no hay necesidad de hacerlo, realmente, no le guardo ningún rencor (ahora) simplemente porque ya no es quien antes era para mí, porque su rostro ya no se dibuja en mi lista de prioridades. Dejé que hiciera lo que debiera hacer para sentirse bien. Yo le hacía sentir enfermo... Y cuando lo comprendí, comencé a pensar en mí.
Quise ser feliz con alguien extraordinario. Y yo siempre consigo lo que quiero, aunque duela.
Después de todo, cuando me acuerdo de él, ya nada es igual y sonrío, porque ya no me hace daño. Es como cuando tomas una fotografía vieja y la miras, no cambia nada, mirar atrás no te hace detenerte, o al menos no por mucho tiempo. El pasado, afortunadamente, nunca se sale del pasado.

viernes, 11 de febrero de 2011

Uno solo

No sé qué fue lo que hice bien en la vida pasada o en esta porque, de pronto, mis sueños más locos, mis deseos más honestos y profundos y mis más hermosas fantasías se hicieron realidad. Nunca imaginé que ese día llegaría, nunca pensé que fuera a ser ese día ayer y mucho menos pensé que fuera mil veces más hermoso y especial que todas las veces que soñé con él.
Tú y yo, fundidos en una sola realidad, un solo instante, una sola escena de la gran obra de nuestras vidas, una que compartimos, que nos hizo desafiar la gravedad, la insistencia, la paciencia, la vida... toda nuestra fuerza y toda nuestra pasión unida, desbocada en el momento ideal. El momento para el cual nuestra esencia humana fue hecha.
El momento en el cual nuestras almas se separaron de nuestros cuerpos y se unieron en una sola constitución (humana, espiritual, toda), como estaban antes del principio de los tiempos, como fueron hechas: almas gemelas, juntas, que fueron separadas y depositadas en nuestros cuerpos. Estos cuerpos, que, al unirse, desataron el alma y el alma volvió a unirse, para siempre, para nunca separarse, porque así es como debe ser.
No hicieron falta palabras, ni tampoco un alarido de dolor; no hizo falta invocar un recuerdo de hielo, del que ya no queda nada; no hizo falta todo el miedo que encarcelaba mi alma y cerraba todo mi cuerpo para no dejarte entrar en él, como si fueras un ladrón o un babndido dispuesto a hacerme daño... no hizo falta esa fatal equivocación; no hizo falta nada, porque el momento fue perfecto.
Ya no quiero, ni puedo, estar separada de ti. Porque una vez que mi alma probó a la tuya, una vez que se reconocieron como UNA SOLA, ya nunca más va a poder dejarte. Eres mi complemento perfecto, el paraíso, el sol, tan grande como todo el universo, un universo que ya no cabe sólo en mi corazón.
Ya no puedo, ni quiero estar separada de ti. Porque una vez que mi cuerpo probó al tuyo, una vez que se reconocieron como UNO SOLO, fluyó la adicción a ti por mis venas, venida desde el fondo de mi corazón, fluyó toda la magia que hace depender mi felicidad de la tuya, fluyó toda mi vida y se mezcló desde el principio con la tuya, ya no hay pasado ni hay futuro, eres solamente tú.
Te quiero conmigo para toda la vida. He dicho. Eso es lo que quiero, no quiero nada más, porque yo te amo, eres sólo tú, solamente tú.

jueves, 3 de febrero de 2011

¿La persona o el personaje?

Su nombre es Bratislava Zaitséva, es un personaje, ella no existe, a ella la hice yo un día que buscaba una protagonista, una princesa berrinchuda y manipuladora, una belleza rara y completamente egocéntrica. La hice con la magia de la soledad y debajo de la sombra de mi propia ingratitud, porque sé que el autor sólo sabe escribir de sí mismo, al mismo tiempo que le gusta plasmar en su héroe de papel todo aquel delito que tiene la prudencia de no cometer. (Nótese Anthony Burgess y Milan Kundera)
Ya no tengo excusa suficiente, no soy Bratislava NO LO SOY, ella no soy yo, pero tenemos más en común de lo que yo quisiera admitir.No quiero dejar que me posea y que afecte todo lo que soy YO porque sus límites no miden más que una hoja de papel tamaño carta, su sangre no es más que la tinta de un bolígrafo y yo... yo no puedo dejarme vencer por esa parte de mí que, quizá, solamente quiere salir a ver la luz a como de lugar.
No tengo ni el coraje ni las intenciones de Bratislava para hacer lo que hace y, sin embargo, SIENTO muchas de las cosas que siente, ODIO muchas de las cosas que ella odia, y me DUELEN las mismas cosas que a ella.
Pero su León nada tiene que ver con mi Omar y eso lo tengo que ENTENDER, aunque a veces decaigo por mi propia locura y ya no puedo ver el límite, a veces siento que se me ponen los ojos en blanco cuando escribo... Esta pasión me poseé.
Y ya no puedo pelear contra ella.
Odio y amo mi vida paralela, esa persona fría y asombrosamente detestable que soy en el papel, pero quiero que se quede en ese mundo, que se deje de tonterías... ya no soy tan joven ni tan creativa ni tan estúpida como para dejar que (de nuevo) mi fantasía trascienda y destroce todo lo que me ha costado tanto construir en el mundo REAL.

Ahora sí ya estoy completamente loca.

sábado, 22 de enero de 2011

Créeme

Hay una verdad, una sola, oculta en mi pensamiento, en mi alma, este transparente e inocente alma... esa única verdad es que te amo.
No importa nada más.
Es cierto que he perdido muchas cosas en este corto pero difícil camino de mi vida, sin embargo, de todas las cosas que he querido recuperar, la que más me importaba era la capacidad de soñar, la habilidad de perderme, de sumirme en la esencia de otra persona, enamorarme perdidamente, sentirlo intensamente como hacía mucho tiempo que no lo sentía... y tú me devolviste eso.
Me trajiste de nuevo la sensibilidad, el amor más puro de todos, ese que se entrega ciegamente, sin necesidad alguna de sentirse atemorizado por las consecuencias que ésto pueda tener. Porque te tengo una sorpresa: ya no tengo miedo. Yo no creí que alguna vez pudiera amar así de nuevo, porque creí que me había formado un caparazón increíblemente duro y prácticamente impenetrable que me protegiera contra el dolor y contra prácticamente cualquier sentimiento, pero no fue así. Afortunadamente.
Quisiera tener palabras suficientes en esta mente y en este corazón, que son solamente tuyos, para demostrarte cuánto te amo pero no lo sé... no existen.
Quiero que nunca dudes de esto, porque no hay manera de que lo que te estoy diciendo sea mentira, yo me alejé de las mentiras ya desde hace tiempo, sólo quiero que sepas que te amo con todas las fuerzas que tengo, desde el alma hasta la piel.
Me haces demasiada falta cada vez que estás lejos, no sé que es lo que me diste que ya no puedo concebir la vida sin ti. Es por eso que no quiero que te vayas nunca, eres una parte esencial de mí. Yo te amo... infinitamente, completamente, insistentemente...
A veces me siento obsesionada, como si estuviera encadenada a ti, a todo lo que tu existencia representa para mí, como si una obsesión tuviera siquiera los matices que tiene el amor, pero no... estoy simplemente, irrevocablemente, insensatamente enamorada de ti.
Eres perfecto para mí, eres aquel milagro que tantas veces esperé que viniera a rescatarme, pero no lo hiciste, y esperaste hasta que fui lo suficientemente fuerte, hasta que pude salir victoriosa de todo, desde las trampas más viles hasta las más crueles jugarretas de mi subconsciente, no dejé que nadie me ayudara y luché yo sola hasta vencer, y tú llegaste junto con la victoria.
Eres simplemente la culminación de la felicidad. Eres el fin que estaba buscando. Tú no eres la criatura de mis pesadillas ni mucho menos un ángel de mis sueños... tú eres simplemente el hombre de mi vida :)

martes, 11 de enero de 2011

Una historia de amor.

El sol se ocultaba detrás de las cortinas porque no nos quería ver, no quería escuchar el sonido de mi sangre corriendo presurosa por debajo de mi piel, no quería ver el brillo de mis ojos ni el momento en el cual iba a dejar de ser lo que había sido hasta entonces.
Había violencia en ese cuarto, una violencia roja, violencia natural, venida desde el instito, saciada con amor, bañada con toda la magia que siempre hay entre nosotros dos. Sentía que mi cuerpo lo llamaba poco a poco, lo invitaba a quedarse para siempre, y entonces me daba cuenta que sí... que él y yo fuimos hechos para estar juntos, porque nos acoplamos perfectamente el uno al otro, porque nos entendemos, porque incluso respiramos al mismo tiempo, como si nuestros corazones hubieran sido programados para dar el primer latido en el mismo momento.
Nunca había deseado nada con esa parte de mi existencia, la parte deshinibida, la parte salvaje, la parte intranquila que hasta entonces yo no conocía. Todo había ocurrido con él y de manera más fácil de lo que yo me imaginaba.
Él es todo lo que yo siempre había deseado.
Era uno de esos días en los cuales no me reconozco porque no soy más que paz y tranquila oleada de elocuencia todos los días, pero cuando estoy con él todo mi equilibrio se parte en mil pedazos y me convierto de pronto en el tornado que secretamente soy.
No desconfío más del amor que siento, es uno de esos que te llenan los pulmones, te esfixian poco a poco y te convierten en su súbdito, esclavo eterno de su presencia, velador de su ausencia y que te asesinan cada día un poco más con el mejor de todos los placeres:la más grande de todas las malditas felicidades.
Ya no importaba nada, como si el mundo se hubiera quedado helado, como si el tiempo se hubiera detenido (de nuevo) y mi corazón quería salir y explotar hasta rasgar la piel y exponer las víceras y la carne, la constitución humana que me devoraba por dentro, tratando de que miles de años de evolución regresaran hasta ese instante para cumplir su destino de preservación de la especie.
He de admitir que me transformo, que no distingo entre el bien y el mal, para mí todo es hermoso, y que de palabras dulces a palabras francas perfiero todas y que mi cuerpo trataba una vez más de deshacer ese recuerdo de piedra, de súbito trauma evanescente para darle vida al amor nuevo, al amor verdadero y he de admitir también que la transformación no es del todo una metamorfosis.
No lo es porque había una parte de mí que en silencio desobedecía a mi cuerpo en llamas, un espectro de hielo que hacía que me aterrorizara y por más que mi fuego interno luchara con toda su fuerza para que me dejara derretirme, fundirme en él como he deseado desde hace tanto tiempo... dejar que se funda conmigo.
Pero lo logró, porque es superior a mí.
El amor y la voluntad pueden más en mí que cualquier otra cosa, por más que una fuerza insospechada e involuntaria de la parte más inocente de mi alma se negara y se negara a tener su cuerpo cerca, a sentirlo como era realmente... fuimos una sola persona, por un poco más de cuatro segundos.
Murió mi niñez interna, la física al menos, y me alegra, me alegra tanto que haya sido él quien acabara con ella, porque no hubiera querido ni podido regalársela a nadie más, porque en este mundo no existe nadie a quien pueda amar más que a él.
Esa es toda la verdad.