miércoles, 25 de enero de 2012

Apuesto a que no...

No, porque en el sentido más sublime del odio tan grande que tengo para ti en mi corazón, supe que tú siempre fuiste como yo: un alma trágica, romántica, encantada de ironía, de magia, de lástima y de dolor, mucho dolor.
Hay tantas de nosotras dentro de nosotras mismas, personas indefinidas, impalpables, imperturbables. Tal vez pudiera tocar algún día tu cabello macabro y seducirlo hasta el fondo del abismo que tengo dentro del corazón para que pudieras ver cómo la infinita cadena de fantasmas de los días pasados te ve. Y nunca deja de verte.
El amor que a veces me ciega me hace pensar, infinitamente, que tengo que superar...te. Porque por las noches todavía me abruma el mal consejo de las mil lenguas que tocan mi cerebro, se lee algo así como que tú siempre fuiste la mejor elección, la ganadora, la original, que yo llegué a cubrir el mal como un vendaje que nunca se cambió y la verdadera esencia del amor oculto tras esa herida asfixia cada uno de mis buenos sentimientos y de pronto no soy nada más que tú.
Enferma y desesperada. Desesperada y loca.
Apuesto a que no... No es cierto, a veces creo que nunca podré tener esa luz de la maldad cruzando ni levemente mis ojos... tus ojos... nuestros ojos... ¿Cómo puedes fundirte tanto conmigo, mi encantadora némesis? Si debería tan sólo odiarte, o ignorarte o... no se qué.
Tal vez simplemente debo dejarlo todo morir... de nuevo, para que cuando renazca me dé cuenta de lo estúpida que fuiste y de lo más estúpida que fui yo, y apuesto a que, algún día, dejaré de compararme contigo para que tu voz no me aqueje más, para que tu nombre no me pese tanto y pueda decirlo a cualquier persona y en cualquier circunstancia... para que tu esencia se vaya de mí... Apuesto a que no lo hará, nunca.
Némesis o no, tu alma es como la mía, la diferencia es que... Yo no soy tan fuerte, ni tan digna, ni tan estúpida.
Buena suerte, vete de mi mente, pero buena suerte.
No... apuesto a que no lo harás.

sábado, 7 de enero de 2012

I can't get it right since I met you.

Somedays are worse than others, someday I just can not handle myself anymore. You are everything that I had ever wanted in a man, because I wanted a bad man, like any girl would.
It is obviously bitting me.
Im a good girl. Not a good woman because I am too whiny to be one and not a good person because I am just not but, I do everything you want me to do and I would do more if you ask me to, this is just wrong, right?
There is not a single man who is still seeking for a good girl. Men want strenght and confidence, because that is what a real woman has. Girls, in the other hand, are fragile and romantic. Passive and weak. I rock at being a girl.
But, seriously, what is wrong with me? Why can't I be mad at you just for once? Why can't I do something? Why am I not clear? Why do I have to cry everytime I have to tell you something "important"?
Because of you.
You made me like this. I had a very weird feeling when I met you, I knew you would be my ruin.
I love you, but this love had made me crazy. I know that I have no life without you, I know that I depend/ relay on you for pretty much everything but I made a mistake: I let you know about it. All the time.
You know that you are my whole life and that is the best reason as any for a man to hurt a woman... in this case, a little girl. Or a little dog, I'm not quiet sure.
I can't stand up for myself, for what i think, for what I belive or for who I am, I can't anymore because I LOVE YOU and I dont want to hurt you, EVER.
But this is still going on bigger and stronger everday.
It makes me sad because it is not just about hurting you but also about upseting you. And I know pretty much everything can make you upset, that's way I rather shut up and do whatever you want to do.
I rather please YOU, make YOU happy and loving YOU than me. It is that simple.
And it sucks, I know. I know that it isn't just because I love you, it is because I am afraid.
I am afraid to be alone and I am afraid of being without you (there's a difference), but, most of all, I am afraid of what you can do to me if you get mad at me. I have seen that look in your eyes when you are angry, I have seen the power and the fury running through your eyes and it terrifies me. It doesn't scares me to be beaten or dumped, your words are the deal. You can kill me just by telling me that I am not worth it. Because it is true.
That's the key.
But, you know, I rather being without you than making you unhappy so probably I would take it if necesary. That's it. Do what you want to me as long as you are ok.
You will get tired of me one way or another. Soon or later. You will end up bored because of how good I am, how stupid, useful/less I had been. But, you know what? Screw that and screw you.
I love you.

lunes, 2 de enero de 2012

Hemorragia

(No me refiero a ti, mi vida)

1.- El puñal en la mano.
El amor comienza como una mentira. Por mucho que te esfuerzas en creerla, si la ves con parcialidad, no suena convincente. Sin embargo, con el tiempo, el polvo que levanta la velocidad con la que crece esa mentira te nubla la vista, te forma catarata, te ahoga, te hace sentir... diferente. He amado a muchas personas en esta vida, amé por jerarquía, porque era sangre de mi sangre y por lo mucho que me prometían pero... La decepción es la protagonista en la historia de mi vida.
Yo también he decepcionado, he hecho mal el noventa por ciento de las cosas que he planeado, el diez por ciento restante no es más que pura casualidad, he lastimado, he mentido, a veces con alevosía y en la mayoría no, pero...
2.-El puñal abre la herida.
El verdadero ataque de la decepción es la confrontación. Luego de que el amor te tiene atrapado como un retrasado mental drogado y borracho, te hace despertar, con una conciencia envidiable, como si nunca hubieras podido observar nada tan claramente y lo hace para que te mueras.
No, no es cierto.
Pero casi lo logra.
Las injusticias comienzan a florecer enmedio del maldito infierno y desbordas porque crees, ingenuamente, que tú has dado demasiado. Probablemente sí, regularmente no. No lo sabes, por ello no tienes valor ni aliento para decir lo que piensas.
La gente como yo mira atrás y se arrepiente, ruega, llora, sangra y moriría de haber sido lo suficientemente inteligente como para hacerlo. La herida arde y te corrompe como nunca antes nada lo ha hecho, porque sabes que tú provocaste la catástrofe, porque tú jalaste el gatillo de aquello que no veías que estaba apuntando directamente a tu cabeza.
La clave: la gente te decepciona porque esperas demasiado de ella. Sin importar lo que tú hayas dado... y ahí radica el siguiente paso.
3.- La sangre mana por primera vez.
El letargo en el que te tiene sumergido el amor te hace pensar, inevitablemente, en que tú estás colaborando. Crees que el amor tan ciego y "puro" que entregas a manos llenas justifica todo lo malo que has hecho, tus errores, tus mentiras, tus delirios... La verdad es que el hecho de amar significa creer, porque desde el principio, confías y la confianza es el mango del puñal de la decepción.
Yo confiaba en ellos y confiaba en mí, porque eran mis amigos, mi familia y mi verdad, pero eso sólo los impulsó a destruirme poco a poco, porque sabían que estaban dentro y que una vez ahí no iba a haber nadie que pudiera sacarlos. Me hicieron sangrar, me obligaron a hacerlo, porque yo creí que también estaba dentro, que estaba amando y que estaba haciendo el bien, que los estaba ayudando y haciéndolos feliz, pero no. Lo sé porque yo a mí misma me lo hice.
Me traicioné también, me decepcioné y entonces, la sangre vio la luz por primera vez. Sea como fuere, uno es, por regla general, siempre lo primero. El primer delirio y la primera puñalada viene siempre de ti mismo.
4.- La sangre ya no se detiene.
Uno por uno, todos aquellos que lograron penetrar mi confianza traicionaron eso. Ya no puedo confiar en los que abusaron de mí, tampoco en esa persona de la que se aprovecharon... No se puede reparar una herida si no se ha cerrado, tan sólo se cubre y se espera a que pare la hemorragia pero la decepción ya no se cura.
Por instinto, tomas el puñal y lo destruyes para que no vuelva a ocurrir, no hay confianza y no hay decepción... el problema es que si tienes, al principio, un ego del tamaño del universo entero y luego algo te dice que estás en un completo error y te das cuenta de que nunca lograste nada, que sólo te quedaste mirando ante todas las expectativas de ti mismo... el error eres tú, los demás son irrelevantes. También destruyes el puñal y... tan sólo se queda así.

Fallaste. Fallaste tú. No puedes volver a amarte a ti, no puedes ni pensar en volver a confiar en ti, nunca más.