viernes, 8 de julio de 2011

La señal de la luz



He descubierto que mis mejores palabras son siempre de tristeza, sé bien por qué: he vivido casi siempre en situaciones deprimentes, siempre sumergida en un universo muy lejos de este, una vida que realmente no era la mía, y entonces lo conocí a él, a la inmensa y desgraciada idea de que el mundo utópico en el que yo vivía es millones de veces mejor que este, incluso cuando no importa lo que yo piense sobre él.


Y bien, aquí estoy yo, creyendo una vez más en esa luz intrigantemente calurosa, maravillosamente blanca, símbolo de la pureza y la dignidad que perdí por él; esa luz, irónicamente, siempre me hace olvidar la sangre que sudo para mantenerla igual de brillante.

Contemplo la luz y pienso "realmente no quiero que cambie" y la sombra oscura que llevo detrás de mí a todas partes me susurra, detrás de la oreja "claro que quieres que cambie, no seas estúpida" pero entonces está él, que con esta luz destella perfección por todos lados, él hace que todo parezca lo suficientemente valioso como para que pueda cerrar los ojos y olvidar que literalmente me le estoy regalando. Ni siquiera vendiendo, y mucho menos intercambiando.


Él está aquí, me hace sentir plena, luego se va y la luz se hacemás ténue. Qué clase de malagredecimiento es este, no puede ni hacer su luz más duradera. Pero me gusta.


Me gusta todo él, me gusta su magia, incluso, me gusta su talento para mentir.


Oh, sí, miente, estoy conciente. Él no me quiere, no lo hará nunca, soy sólo un disfraz de la mala cosa, una herida abierta que estoy cubriendo como una bandita para que la sangre no mane. Es todo. pero yo le creo cuando me miente, o me miento a mí misma al hacerlo. Ya ni siquiera me importa.


Lo amo, vaya que lo amo, no me importa ni que mienta, ni que no me corresponda y mucho menos que me traicione. No existe nada que yo pueda hacer que valga más que esa luz que vino a cambiarlo todo, no existe ningún sufrimiento gris capaz de solventarlo. Mi alma acarrea más dolores de los que debería, es porque ha sido diseñada con mayor capacidad para contenerlos y una manera diferente de enfrentarlos o aceptarlos, pero la vida siempre pone distracciones y felicidades a nuestra dispocisión, esa luz es todo lo que yo siempre he necesitado, una manera de pretender que soy feliz sintiéndome triste pero útil, humillada a veces, estafada la mayoría del tiempo pero siempre muy feliz.


No sé cuál sea la verdadera causa de todo, yo haría cualquier cosa porque fuera feliz, tampoco es como que tengo miedo a que se vaya, porque sé que si quisiera ya lo hubiera hecho, es sólo que mientras esté aquí le harán falta muchas cosas que ni mi alma ni mi cuerpo (mucho menos mi cuerpo) le pueden ofrecer, entonces está mi mente para llenar el resto.


Lo que quiera, lo que necesite, lo que pida... no importa a qué costo, sin condiciones, ni reclamos y a veces sin arrepentimientos. Sólo quiero que esté bien y que disfrute lo que puedo darle, exactamente, mientras pueda. Es esto lo que quiero, y aún mejor, es esto lo que merezco. nadie que sepa mi verdadera historia puede votar por lo contrario.


Yo también miento, yo también callo y también siento resentimiento pero mi impulso por hacerle feliz y por protegerlo es más grande que todo lo anterior. Ni siquiera toda la maldita furia del infierno sería capaz de poner en mi boca un "me largo"... Prometí que no iba a dejarlo solo, y una vez calmadas las aguas, no veo gran cosa que no le pueda perdonar, no después de todo lo malo que he hecho. Aquí dentro de mi opaco envase sólo hay una sustancia mohosa que realmente dudo que disfrute, después de todo.


Él trajo la luz, él no es la luz, si se va sé que puede ser feliz (e incluso más) de lo que es ahora, además, sé bien por qué se iría, no lo culparía en absoluto.


La luz se quedará cuando él no esté, pero con el tiempo se irá apagando, como todas las luces hacen, no me importaría, realmente, tendría motivos para seguir sonriendo, una luz estuvo en mi vida cuando estaba destinada a no tener más que pura solemne oscuridad. No sé quién se equivocó para que eso sucediera pero, en fin, se lo agradezco.


Al final las cosas son un siempre un poco tristes y torcidas en mi historia, pero para cada historia existen mil maneras de contarla, esta es sólo mi versión. Sólo sé que quien pueda hablar de mí en un tono alegre y con admiración sería un verdadero idiota, fuera de eso todas son aceptadas.


A veces creía que iba a ser una mejor persona, pero 'mejor' implicaría que en algún punto hubiera sido buena... y no. Inocente, tal vez, pura, en algún momento, pero buena no y 'mejor' nunca; ¿por qué él está aquí? Eso no lo sé, a veces voto por que fue simplemente porque tú lo dejaste ir y que no le gusta estar solo. A veces creo que realmente soy lo que quiere. Cualquiera de las dos es una muy mala decisión.


A veces quisiera conocerte para reconocer el estado del lugar en donde se encuentra su corazón, pero sé que no me lo permitirías ni tú ni él, sería demasiado enfermizo de mi parte, de igual manera. Sólo quisiera saber qué cosa tan grave hiciste que el orgullo se erectó para siempre como una barrera entre su amor y el tuyo, haciendo que dejaran de ser el mismo, al menos por unos desgraciados milímetros. No sé ni siquiera en qué punto de todo eso embono yo, quizá porque no existe ese punto.


A veces prefiero limpiarme el sudor del rostro y agradecer que hay una luz que me cierra la boca, el corazón y los ojos y me hace entregar todo en la tierra de la avaricia, como un asalto, o peor, como en una conquista. Vale más lo que me guste creer que lo que él me diga, porque sé que no dirá nada más que una mentira que, incluso después de repetirse mil veces, ni siquiera parece una verdad a medias: te amo.


Vale más, mucho más que tú, mucho más que yo y mucho más que esa luz grosera, machista y opresora, vale mucho más que la sombra digna, independiente y egoísta, vale más, mucho más que este envase maltrecho y su contenido rancio, vale más incluso que todo. Esa mentira hace que el sufrimiento y la felicidad cobren vida, que las alas nazcan de una espalda huesuda, que la sonrisa brille en un rostro grisáceo y que la luz se salga de mi mente y desborde, moje cada centímetro de cada lugar de este universo.


Dudo mucho que a ti te haya dado eso.