lunes, 3 de octubre de 2011

mirror hallucinations

La primera vez creí que mataba un insecto, lo aplastaba con las yemas de mis dedos y lo machacaba encima de las letras en una página de 'Wintergirls'... pero de ese insecto no apareció ni el cadáver matajado ni la sangre negra, sólo apareció otro insecto vivo y uno idéntico pero que antes no estaba. Los aplasté también y tampoco pude ver muestra de que realmente los maté o de que estuvieron ahí.
Fue mi primera pista.
Después pensé que quizá ya tenía mucho sueño... o que aquellas letras tan duras y tan honestas le tendieron una trampa a mi mente y esta, tan estúpida como es costumbre, cayó y se hizo añicos en ella.
Después escuché una voz que cantaba muy cerca de mi oído, saliéndose de mi mente, deslizándose hacia afuera y tararéandome una canción de cuna para que siguiera en un embeleso mortal que, por lo menos ese día, no podía permitirme. De nuevo pensé que era mi falta de descanso jugándome una broma pesada, y entonces recordé la triunfante sonrisa de una muchacha como yo, pero fuerte en serio, que me miraba de una forma retadora y cómplice.
Nos reconocimos al instante al notar la manera en que mirábamos nuestros cuerpos en el espejo del baño de mujeres. Supimos lo que éramos y por qué lo éramos. Pero ella había avanzado tanto que a su lado yo parecía un elefante con tutú. Sabía que había ganado, pero su sonrisa me decía algo más, me decía, de alguna forma, que lo entendía... que sabía que no estaba completamente perdida. Y aún así se fue con el ceño fruncido por la duda, esa maldita duda que nos queda a todos nosotros cuando terminamos de mirar al espejo, ¿cuándo será suficiente?
Ese fue mi primer día de escuela, un presagio de que, indudablemente, iba a seguir en la carrera. Una alucinación o una inspiración, ya no importa.
Esta tarde tuve una nueva alucinación, ya no eran insectos imaginarios, sino colas de ratones inexistentes. Ni siquiera me sorprendí, ¿será que ya no siento nada por el resto de las criaturas? Por alguna razón pienso que todas viven mejor que yo.
Fui de nuevo a ese espejo que nunca me falló, quizá mentía, quizá no, pero siempre me hizo sonreír, excepto hoy.
Vi a una de nosotros, otra... pero mucho más joven. Me dio lástima, pero luego recordé cuándo comenzé a hacerlo yo... me sentí mal. Ella iba mucho más adelante de lo que yo nunca he podido estar en mi vida. De nuevo vi al elefante con tutú pero ahora reflejado en el espejo que nunca fallaba... ¿qué me estará pasando?, ¿por qué ya no puedo decir que no? Tal vez también en esta adicción estoy fallando.
Ya no sé escribir, ni tampoco matarme de todas las maneras posibles, ¿qué rayos puedo hacer que salga bien?
Quisiera poder ser como esa niña y mirarme como ella lo hizo, cada tres segundos para comprobar que tanta perfección era verdad, y salir con la frente en alto de un espejo de cuerpo completo y mirar a la gorda que está detrás de mí, escrutándome con los ojos muy abiertos, y decirle "Es cierto, monstruo, soy mucho mejor que tú."

1 comentario:

Omar ledezma dijo...

Sigues con esto meztli??...