martes, 23 de octubre de 2012

Questionable.

El vapor emana de mi cuerpo, mi cerebro necesita de ese silencio escrito dentro de mí y tal vez del dolor grabado profundo en tu cara y esa expresión que no puedo borrar de mi memoria. Tu vida y mi vida pronto se han vuelto lo que se suponía que no deberían y las promesas se derriten irritando las entrañas de mi corazón, esas marcas negras están borrando tu nombre de mí, y yo no tengo mala memoria.
El camino en el que cerramos el trato se desdibuja poco a poco gracias a las heladas, digamos, de hoy. Aunque el cielo lleva mucho tiempo vacío. El vapor emana porque a veces no puedo dejar de pensar en el tiempo transcurrido y el sol que tanto extraño me quema, su recuerdo, a eso me refiero, lo que más amo es esa capacidad de que todo el dolor se borre al mirar tus ojos, que quizá pueda perder la fe la mayoría del tiempo (sobre todo cuando se trata de ti) y luego, en un instante, tú mismo puedas arreglarlo. Al menos sólo por ese mismo instante.
No puedo negar todo el dolor que siento así como el amor; no puedo evitar querer destrozar todo y encerrarme en algún sitio al que tú no tengas ecceso, sólo por creer que me vas a extrañar un poco. Pero tú no me necesitas, tú no necesitas este corazón destrozado ni esta incapacidad para reflexionar ni repararlo, tú no me extrañarías, me verías partir y ahí te quedarías, y el vapor me asfixiaría.

domingo, 14 de octubre de 2012

Hater.

Arroyos de sangre, ideas, vida (roja) y  lágrimas (verdes), suelo (azul) y sueños (plateados) dentro de mi cabeza y el cuerpo oscuro que no logra descansar nunca, se tocan despacio, como si quisieran cambiar de rumbo y fundirse en el mar. Pero no existe mar dentro de mí, estoy comenzando a darme cuenta de que nunca existió nada; los dones inherentes fueron negados para mí, aquella sensación hermosa y mágica fue sólo una mentira, era lo que fue siempre pero que quise confundir con talento, era sólo un juego, una efímera fuerza de voluntad venida de la intensidad de mi alegría de la infancia. Y también de la de la envidia, el enojo y el dolor de la traición. Pero yo soy sólo eso. una gran mentira.
No encuentro mi vida, no encuentro la excusa que me hizo perderla, ya solamente encuentro la tonalidad en esta sangre que refleja la anemia de esperanza, pasión e ilusión. La única manera en que el universo nos demuestra que estamos equivocados es dándonos puñetazos en la cara, conmigo se ató cuchillos a las muñecas, porque me cuesta mucho más trabajo que a nadie ver lo que está sucediendo, hablarlo con valor en vez de sólo mirarlo de lejos envenenada de empatía, eso es lo que pasa.
Este corazón revienta.