lunes, 26 de julio de 2010

g a m e o v e r

Así que después de todos los malditos días y las malditas noches que pasé sufriendo por ti, ahora resulta que lo arruiné YO.
No puedo creerlo. No tienes razones y es porque no existen, sólo por eso.
Y lo peor es que ni siquiera tengo el valor para preguntártelo yo misma, lo peor es que estoy aquí esperando a que te rindas tú primero, como siempre haces. Lo siento. Debo dejar de confiar en ti de esta manera, me has demostrado una y otra vez que no puedo dar nada por hecho y mucho menos cuando se trata de ti.
Sólo quisiera poder hacerte entender... hacerte darte cuenta de que si todo se está terminando es por tu culpa y sólo por tu culpa. Te juro que yo estaba muy dispuesta a intentarlo, pero te rendiste. No importan ya las muchas excusas que pongo para protegerte, no importa tampoco el cariño que siento ni lo agradecida que estoy contigo por todo lo bueno que me diste... no importa ya nada de lo que sucedió porque sí, en efecto, eres igual al resto.

Ay, por todos los cielos, sólo dime qué hice mal. Dime cómo carajo lo estropeé esta vez. Explícame de qué forma te pude haber lastimado...

No hay comentarios: