martes, 10 de agosto de 2010

I'M ALIVE!

No creo mucho en casi nada, pero me gusta pensar que la respuesta a todos mis problemas se encuentra en mí, es por eso que escribo todo esto, para poder leerlo después, en algún futuro en el que sirva, para saber cómo actuar cuando, por ejemplo ahora, estoy perdida en la oscuridad de mi propia mente.
Lo siguiente lo escribí el 5 de mayo de 2010 y lo encontré por casualidad en un viejo cuaderno. Yo sé que a veces puedo ser demasiado sensible, que puedo hacer que las cosas se salgan de control con todas las ideas que pasan por mi cabeza y que puedo estirar las emociones como un elástico hasta que revienten o ya no se parezcan en nada a lo que solían ser, pero así soy yo.
Quiero ofrecer una disculpa a todos aquellos que se preocuparon por mí, quiero que sepan que a veces ocurren cosas como ésta, cosas que son injustas y que pueden ponerme al límite pero, afortunadamente, hasta ahora, simpre ha habido algo capaz de desviar la bala cuando va directo a mi cabeza (hipotéticamente hablando, claro).
Esta vez ni yo misma estoy segura de qué fue lo que me salvó pero lo agradezco. Tal vez fue sólo que recordé todo lo que he vivido y que he sobrevivido a todo.
Tal vez recordé que he vendido mi amor por muchísimo menos y que le he regalado mi vida entera a estupideces más grandes y que, aún así, estoy aquí.
Perdónenme por haberme precipitado y haber olvidado lo mucho que me quieren, aunque no me lo merezca, pero deben comprender que estaba harta de pensar que mi vida había dependido totalmente de una mentira, que sobreviví gracias a una mentira y que me enamoré de esa mentira. Eso no es muy fácil de aceptar. Pero, bueno...
Quiero que sepan que estoy bien, viva, saludable y dispuesta a intentarlo todo, una vez más. Todo excepto... lo que no está hecho para mí.
Tal vez a estas alturas del partido, muchas de las ideas de la época en la que escribí el texto (que no tiene más de dos meses) ya no sigan vigentes, pero el punto sigue siendo el mismo.

Ah, y si se preguntan sobre la "relación amor-odio de lo más enfermiza" que menciono en el texto, sepan que es la misma que casi me mata hace unos días.
Sé que todo ha cambiado por completo. Me aterró, me enojó, me deprimió... pero no me venció.

Ahora, disfrútenlo:

Mayo 5, 2010

La verdad es que nunca pensé que este día llegaría. Nunca he tenido una visión clara de mi persona, siempre he tenido profundas dudas al respecto y por eso, más que por cualquier otra razón que involucre al destino y a la predisposición genética, es por lo que me invento historia tras historia (relacionada o no con la problemática existencial en turno).
Sin embargo, he tomado un par de decisiones que tenía en mente desde hace mucho pero que en realidad nunca pensé que me tomaría en serio alguna vez. Ambas son muy importantes hipotéticamente hablando, porque igual existe una enorme posibilidad de que renuncie a ellas antes de tiempo. Si soy fanática de romper ciertas reglas son las propias.
La primera de estas decisiones es que ya no quiero ni busco un compañero. Me he dado cuenta de que la necesidad tan intensa de este tipo de cosas tiene que ver con el autoestima. Siempre he odiado la palabra autoestima porque normalmente es usada en mi contra, sin embargo, ahora la considero más por su significado. Quiero un novio simple y llanamente porque quiero escuchar a menudo que alguien me quiere, eso es todo.
Está perfectamente que mi "estima" se basa en algo parecido a una relación amor-odio de lo más enfermiza y, bueno, ese no es un tema del que esté dispuesta a monologar esta noche. El punto es que si ya entiendo la causa del dolor, estoy dispuesta, más ahora que nunca, a cortarlo de raíz.
Adiós al corazón, con todas las connotaciones idiotas y cursis que pueda tener. No le tengo miedo a la soledad, es decir, ya no, por que he vivido con ella más tiempo del que debería y ¡al diablo! Es mucho más confiable que otros estados (de ánimo y etcéteras) desconocidos.
La segunda de mis decisiones fue tomada un poco más al vapor, pero sí ha venido tomando importancia desde hace cuatro horas a este momento.
No sé cómo vaya a ser el futuro, cómo vaya a ser yo cuando sea muy vieja, qué cosas vayan a cambiar y qué definitivamente será la misma mierda para siempre, pero definitivamente (valga la redundancia de 'definitivos') estoy decidida a averiguarlo.
Muchas veces pensé en morir antes que verme vieja, sola y arruinada, pero ahora ya no me importa. Me he dado cuenta de que necesito tiempo (y mucho) para arreglar las cosas que he estropeado, necesito ser una mejor persona y, si no lo logro, por lo menos quiero intentarlo.
Ya no me pienso rendir, de cualquier forma sé que ninguno de mis cultos suicidas funciona.

No hay comentarios: