domingo, 14 de octubre de 2012

Hater.

Arroyos de sangre, ideas, vida (roja) y  lágrimas (verdes), suelo (azul) y sueños (plateados) dentro de mi cabeza y el cuerpo oscuro que no logra descansar nunca, se tocan despacio, como si quisieran cambiar de rumbo y fundirse en el mar. Pero no existe mar dentro de mí, estoy comenzando a darme cuenta de que nunca existió nada; los dones inherentes fueron negados para mí, aquella sensación hermosa y mágica fue sólo una mentira, era lo que fue siempre pero que quise confundir con talento, era sólo un juego, una efímera fuerza de voluntad venida de la intensidad de mi alegría de la infancia. Y también de la de la envidia, el enojo y el dolor de la traición. Pero yo soy sólo eso. una gran mentira.
No encuentro mi vida, no encuentro la excusa que me hizo perderla, ya solamente encuentro la tonalidad en esta sangre que refleja la anemia de esperanza, pasión e ilusión. La única manera en que el universo nos demuestra que estamos equivocados es dándonos puñetazos en la cara, conmigo se ató cuchillos a las muñecas, porque me cuesta mucho más trabajo que a nadie ver lo que está sucediendo, hablarlo con valor en vez de sólo mirarlo de lejos envenenada de empatía, eso es lo que pasa.
Este corazón revienta.


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