A un mes del aniversario luctuoso de mi padre me eché sobre la espalda y pensé en toda la soledad, el dolor, la rabia que me desfiguran el alma y no me dejan dormir.
Me han dicho que tengo que esperar y sanar pero desde ese día mi corazón se partió en dos y no ha dejado de sangrar, está en algún lugar explotando por años hasta que finalmente se detendrá: como todo el universo. Qué más quisiera que pasara esta noche.
Pensé en todas las veces que le he pedido que venga y me lleve de una vez. ¿Por qué él tampoco me escucha?, ¿por qué tampoco responde?
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